La magia eterna de la radio
Humphrey Inzillo LA NACION Esta semana, que la radio cumple 100 años , me acordé de la tarde que Argentina debutaba contra Corea del Sur en el Mundial de México y en la escuela nos dejaron llevar la radio para escuchar el partido. Yo llevé una negra, bastante grande, que me prestó mi viejo. Estaba en segundo grado y mi curso no era nada futbolero, así que la mayoría de mis compañeras y compañeros salieron al patio. Yo me quedé en una escalera angosta, escuchando el relato de Víctor Hugo, con Ariel Gómez (¿Ya le diríamos "Arielotis"?), a quien no veo desde hace casi treinta años. La memoria tiene vericuetos extraños y la radio tiene la capacidad de disparar recuerdos insospechados. Desde muy chico mi viejo me llevó a todos lados, como aquel sábado a la mañana de 1985, cuando lo acompañé al estudio mayor de Radio Municipal, para el estreno de Locos por el jazz que conducían Alfredo Radoszynski, Guillermo Fuentes Rey y Nano Herrera, que incluyó un concierto del grupo M3 (M...