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Mostrando entradas de agosto, 2021

Incendios en Grecia: la historia detrás de la conmovedora foto de una mujer que recorre el mundo

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De 81 años, fue retratada por el fotógrafo Konstantinos Tsakalidis mientras el fuego se acercaba a destruir su casa, en la isla de Evia. Yiayia Panagiota Ritsopi,  de 81 años, apoya su mano derecha sobre el pecho, del lado del corazón, mientras sus ojos permanecen cerrados y su boca, abierta. Quizás grita sus lamentos o, a lo mejor, solo busca el modo de respirar mejor, entre tanto humo. Por detrás,  el fuego, indomable,  se aproxima a su casa en  Gouves, isla de Evia. Pocas imágenes han podido reflejar de manera tan clara como ésta la  desesperación que se vive por el avance de los incendios  en Grecia, que hace más de una semana arrasan con violencia los alrededores de Atenas y han forzado a e vacuar cientos de hogares e, incluso, tres municipios enteros. La isla de Evia es la segunda más grande del país, y ya son  más de 2000 los lugareños y turistas que fueron subidos a ferrys, forzados a abandonar el lugar,  epicentro de un fuego que se mantiene vivo desde el 3 de agosto. El retra

Christian Martin. Hijo de comisario, portero de El Cielo y rugbier temible: la vida del singular corresponsal

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  Jugó en la primera del CASI. En la cancha lo bautizaron “Asco”. Se radicó en Londres, donde conoció a su mujer, francesa, y formó familia. Hoy es el cronista de LN+ 10 de agosto de 2021 14:05 Miguel Braillard PARA LA NACION “De chiquito era bravo, travieso, me gustaba Oaky, el personaje de Hijitus. Mi mamá me ataba a la bolsa de dormir porque yo me escapaba como él, como una lombriz . No me salía su nombre y repetía ‘Aky, Aky’. Era todo blanquito con un rulito, como el personaje y me llamaban así”, cuenta Christian Martin mientras hace un alto en su tarea periodística para La Nación+ como corresponsal en Europa. Y enseguida aporta con su gran sentido del humor:  “Después crecí y como decían que era un poco sucio jugando al rugby, el apodo terminó derivando en ‘Asco’ . En el rugby somos muy de poner sobrenombres fuertes. Había uno en Olivos que le decían Basura, otro en Belgrano que lo llamaban Culo. Un día nos juntamos los tres: Asco, Basura y Culo, una cumbre sin desperdicio”. LA AF