Subsidio a la luz y el gas: cómo bajar tu consumo para no perderlo
Claves para hacer un uso más consciente de electrodomésticos y sistemas de calefacción. Tips para corregir malos hábitos y no pagar de más.
El Gobierno aplicará a partir de septiembre las nuevas tarifas de luz, gas y agua con recortes en los subsidios para aquellos hogares que, a pesar de haberse anotado en el registro, superen cierto umbral de consumo.
Respecto del piso de corte, en el caso de la luz será de 400 Kw por mes. Pero aún no está definido cuál será el piso para el gas y el agua, ya que dependerá de las distintas regiones del país porque en cada una el impacto climático es diferente.
Los aumentos de la tarifa eléctrica para quienes solicitaron el subsidio se aplicarán sobre el exceso de consumo de 400 kilowatts (no sobre el total). Es decir, a partir de los 400 Kw, la gente comenzará a pagar la tarifa plena, pero sólo por el excedente sobre este límite. Por ejemplo, si el consumo del hogar fue de 480 kilowatts, la tarifa plena se cobrará sobre 80 Kw.
Otro punto importante es que superar el consumo no hará perder el subsidio. Lo que significa que si un mes se excedió y se pagó tarifa plena por lo consumido por encima de 400 Kw, el mes próximo puede bajarlo y pagar el total de la factura con subsidio, si es que se consumió 400 Kw o menos.
En este contexto, en un intento de moderar el consumo para no pagar de más, muchos usuarios se muestran cada vez más interesados en conocer cuáles son las nuevas formas de reducir el consumo de luz y gas que necesitan sus hogares.
¿Cuáles son los electrodomésticos que más gastan en el hogar y cómo reducir su consumo?
Según información de la Secretaría de Energía que, en base a relevamientos de Enargas y Cammesa, “el 35% del total del consumo de energía familiar (gas y electricidad sumados) es por calefacción, 18% a cocción de alimentos y 17% para contar con agua caliente”.
Uno de los electrodomésticos que más consume en el hogar es el aire acondicionado, pero de regular la temperatura de uso (en 24 grados) y la cantidad de horas por día que es utilizado, podría servir para calefaccionar la casa y evitar usar todo el tiempo la estufa, o simplemente reemplazarla.
. Caloventor: son los equipos menos eficientes para calefaccionar un ambiente debido a su elevado consumo eléctrico (2.000 watts por hora o 2 kWh), más del doble respecto a un aire acondicionado.
Suelen ser una alternativa muy barata para comprar, pero muy costosa en términos de consumo.
. Heladera: es uno de los electrodomésticos que gasta más energía, en especial si se guarda la comida aún caliente o se ubican objetos a altas temperaturas a su lado.
. Televisor: en este caso dependerá del tiempo que esté encendido, pero mucha gente suele tener la tele prendida sin sentarse a mirarla de manera exclusiva, lo cual representa el 12% de consumo del hogar. En este sentido, lo mejor será apagar el televisor y su decodificador si no se está usando.
. Computadora: puede llegar a consumir en promedio 7,4% de electricidad de una casa. El modo “ahorro de energía” puede ser una alternativa para no pagar tanto por ella, así como los salvapantallas.
En el caso de que la computadora no se esté usando, se recomienda apagar el monitor, el CPU y el cargador.
. Lavarropas: necesita bastante energía para trabajar y puede representar alrededor de un 11% del consumo. Si encima se usa agua caliente, el gasto de energía puede aumentar un 80%. En la medida de lo posible, será mejor lavar con agua fría y utilizar programas cortos.
. Horno eléctrico: aunque no se use muy seguido, es uno de los electrodomésticos que más energía gasta por la combinación de generación de calorías y tiempo de preparación de una comida. Consumen entre 800 y 1.200 W por hora, según el modelo.
En este caso no prenderlo mucho tiempo antes de la cocción y apagarlo inmediatamente después de sacar la comida será suficiente para no gastar de más.
. Lavavajillas: el promedio de gasto de este electrodoméstico es de 6% del consumo de una casa. Al igual que el lavarropas, los ciclos de lavado y la temperatura tendrán mucho que ver con un consumo de energía regular y alto.
Lo aconsejable es hacer un solo lavado al final del día con toda la vajilla que se usó durante la jornada.
. Pequeños electrodomésticos: otros aparatos como el microondas, la cafetera, la aspiradora o la plancha también producen un gran consumo. A pesar de tener una baja potencia, pueden llegar a representar hasta el 27% del gasto total del sector energía en de una vivienda.
En tanto, como regla general lo mejor es utilizar electrodomésticos con Eficiencia Energética A, A +, A ++, A +++, que son los que mejor aprovechan la energía y por lo tanto, consumen menos.
¿Cómo reducir el consumo de gas para ahorrar en la factura?
. Ajustar la temperatura de la estufa o calefactor. Lo ideal para mantener un ambiente de confort,es arrancar con una temperatura media (20 grados) y después bajarlo a 16, más cerca del mínimo.
. Aislar puertas y ventanas. Según explicó Salvador Gil, el director de la carrera de Ingeniería en Energía de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) a Clarín, es importante incorporar otras medidas que ayudan a conservar el calor en el hogar, como aislar puertas o ventanas, por ejemplo (colocar burletes, sellar, etc). Son precauciones que no resultan tan caras y suelen ser las más efectivas.
Es decir, que todas las puertas y ventanas cuenten con un buen sistema de aislamiento sin fisuras y se mantengas cerradas la mayor parte del día.
. Aprovechar el sol que es la mayor fuente natural de calor que tenemos. Subir las persianas, sobre todo en las ventanas con mayor iluminación, ayudará a mantener la temperatura ambiente para que la estufa no esté en marcha durante todo el día. En la misma línea, ventilar el hogar en estas horas cercanas al mediodía, cuando se haya ido la humedad y el frío de la madrugada.
. Despejar las estufas. Aunque para algunos es habitual aprovechar el calor del calefactor para otras tareas (como calentar o secar alguna prenda), esto dificulta su objetivo principal: calentar la casa. Es importante asegurarse de que no haya nada que obstaculice la salida de calor de los calefactores.
. Servicios de mantenimiento. Lo ideal es contratarlos para ahorrarse sorpresas y hacer revisar todos los artefactos de manera preventiva y sin urgencias.
. No dejar encendida la calefacción cuando la casa está vacía, aunque sea por poco tiempo. Si se tiene la estufa prendida hasta poco antes de salir y se dejan bien cerradas puertas y ventanas, algo del calor se mantendrá hasta se vuelva. Tampoco las hornallas prendidas o el horno para calefaccionarse, ya que además de gastar gas puede ser peligroso.
. Dejar siempre las canillas en posición de agua fría mientras no se estén usando. En algunas ocasiones no se necesita agua caliente, pero al tenerlas colocadas en esa posición, cada vez que la abrimos se enciende el calefón automáticamente, o el termotanque si ya perdió su reserva de agua caliente. Aunque no esté encendido durante mucho tiempo, genera consumo de gas.
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