Encontrá tu libro aliado: una fuente de riqueza y motivación

Hay muchos factores que nos van formando como seres humanos a lo largo de la vida. Más allá de la personalidad con la que cada uno nace, la familia que nos cría y nuestro entorno son grandes influenciadores. De hecho, se dice que somos el resultado de las cinco personas con las que más nos rodeamos. De forma sobre todo inconsciente terminamos adoptando sus hábitos, costumbres, su forma de expresarse y hasta su manera de ver la vida.

Estaba charlando de este tema con Sofía Stamateas, licenciada en Relaciones Públicas e Institucionales, cuando ella agregó una idea interesante al concepto: hay otros elementos responsables de proveernos la energía con la que abordamos las situaciones cotidianas que atravesamos. ¿Cuáles? Los libros que leermos. Escuché esto y no pude más que asentir en silencio. Desde hace varios años atravieso un proceso de transformación de mi carrera y enfoque empujado por títulos que me cambiaron la vida (y sobre todo la forma de verla). Hace rato que me leen aquí ponderar sobre la maravilla de las palabras de autores como Robin Sharma, Tony Robbins o Norman Vincent Peale, y no alcanzo ni a empezar a explicar lo que significaron sus enseñanzas para mí.

“Normalmente nos cuesta acercarnos a la lectura porque el sistema educativo nos preparó para leer por obligación, sin permitirnos explorar el maravilloso mundo de los diferentes autores o temas que existen. Pero quien logra pasar esa etapa o sensación se encuentra con que leer un libro es viajar. Es pensar con cabeza ajena. Es ahorrar años de dolores de cabeza”, sentencia Sofía. Claro que sí, leer es zambullirse en un mundo desconocido, pero que vamos construyendo en nuestra mente a medida que nos adentramos en la lectura. Leer enriquece nuestro vocabulario, desarrolla nuestra imaginación, nos conecta y desconecta, en el mejor de los sentidos. Si todavía no leíste un libro que te haya cambiado la vida, estuviste leyendo los libros equivocados.

Cuenta Sofía que la palabra existir proviene del latín y quiere decir salir. Si existimos es para salirnos de nosotros, explorar el mundo, abrirnos a los demás, interactuar, explorar, ser curiosos. “No hay un existir sin un ser y hacer con los demás”, completa. Los libros deben ser el detonante. Hay un libro para que cada uno descubra y se anime a ir tras su verdadero potencial. La clave es darles el espacio y seguir investigando esos tópicos que nos apasionan o pendientes, como encontrar la fuerza de voluntad para empezar a entrenar.

“Los libros, al igual que las personas, nos marcan, nos entusiasman, nos motivan. Muchas veces libros y personas nos decepcionarán, serán malas recomendaciones, pero hay que seguir leyendo”, anima Sofía. Como sostuvo Miguel de Cervantes: “En algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para darle sentido a la existencia”.

Cuatro libros para mantener tu mente en forma

  • No huyo, solo vuelo. Alejandro Schujman
  • Biblia para leer en un año. Nueva versión Internacional
  • Pobre rico millonario. Jürgen Klarić
  • Off. Desintoxicación digital. Tanya Goodin

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